sábado, 2 de mayo de 2009

¡Los dinosaurios existen!

A continuación, les dejo un relato EXTREMADAMENTE boludo que hice cuando era pequeña: (sepan disculpar, y si no, no lo lean..ok? :)


Rubén era un hombre tranquilo, de pocas palabras. Amaba a su sencilla casa con su gran patio lleno de flores y a su cardenal Richard.

Todas las mañanas Rubén se levantaba a las seis en punto y salía al patio. Se sentaba hasta las nueve en una reposeerá y miraba el cielo, desayunaba, después le daba de comer a su pajarito, salía en busaca de su maletín y se iba a trabajar hasta las siete de la tarde. Cuando llegaba a su casa cerca de las ocho se ponía a mirar las estrellas y o los planetas con un telescopio que había comprado con mucho esfuerzo.

Un día Rubén no tenía sueño, entonces decidió quedarse toda la noche mirando el firmamento. Ya eran casi las dos cuando vio que de Júpiter, que se veía perfecto, salió una especie de meteorito en forma de colectivo.

El objeto se dirigió hacia una estrella, y desapareció detrás de ella. Rubén, sorprendido fue al garaje donde guardaba una nave espacial que había encontrado Richard, en una montaña cerca de allí. El animalito decía que un amigo dinosaurio le había dicho donde estaba el aparato.

El hombre y el pájaro se subieron. Despegaron y se dirigieron hacia donde había ido esa especie de meteorito. Cuando llegaron vieron a un planeta no conocido. Fueron hasta allí, aterrizaron y descubrieron que... ¡había vida!. Eran seres... ¡eran como dinosaurios! Va eran.

Este nuevo mundo se llamaba Dinosaurio. Era un lugar común, se parecía la Tierra, trabajaban, iban al colegio, en fin eran como los humanos. Con la disimilitud que eran más buenos, trabajadores, inteligente, solidarios, y demás.

El vocabulario era parecido, con la única diferencia de que a algunas palabras le agregaban Dino por ejemplo Dinodoctor, dinopaisaje, Dinosuma, etc.

Uno de los dinosaurios se acercó a Rubén muy amistosamente y le dijo:

-¡Hola soy Dino! Y vos, ¿quien sos?

-Soy Rubén del planeta tierra.-contestó muy animado- y el es Richard-dijo señalando a su pájaro.

Dino muy feliz, le presento a toda su pandilla. Cartero, él entregaba todas las cartas a los humanos y animales que sabían de su existencia, entre ellos Richard, Magui, la simpática dinosaurio triceraptors, Argentinosaurio Huenculesis, el herbívoro gigante de la Patagonia, Eoraptor, el maestro de 2do grado, Timi, estudiante de 6to ,Rex, el que cuidaba el planeta y Gigantosaurio Carolini, el carnívoro más grande del mundo que Rubén encontraría en las cercanías del Chocón por que este viaje lo inspiraría en la paleontología.

El humano les pregunto como era que habían llegado hasta este planeta.

-Es una larga historia- Dijo Timi

-Nosotros en realidad no morimos ni nada por el estilo, Si no que construimos los huesos para que los humanos sepan de nosotros.- Agrego Huenculensis

-La teoría del meteorito no es tan cierta, si... un meteorito calló en la tierra, pero... era nuestro sistema de transporte.- Comento Rex.

-¿Transporte?- Pregunto sorprendido Rubén.

- Si, nosotros contratamos a un meteorito del cinturón de asteroides entre Júpiter y Marte para que no llevara hasta acá.- Contesto Eoraptor.

-¿Cómo hicieron para subirse?-dijo el visitante intrigado.

-¡Fácil! Cuando vimos al meteorito acercarse, no subimos a él, y como los transportes rebotan lo aprovechamos el impulso y llegamos hasta acá.- Aseguró Magui.

-¿Se comen entre sí?-interrogo el hombrecito preocupado

-No, nosotros comemos Dinocápsulas- Respondió Carolini

-Y... ¿cómo se utilizan esos aparatos?- Curioseo Rubén.

-¡sencillo! Lo único que hay que hacer es desear la comida que más quieras y se la pedís a la cápsula y... sorpresa... ¡ya esta!- dijo Cartero muy feliz.

De repente vieron a un “animalito” acercarse

-esa es nuestra mascota- Dijo Dino al ver al visitante con cara de asustado por el extraño ser.

-Se llaman Flopis y son como los perros para los humanos- Agrego Timi para tranquilizarlo.

-Este se llama Derex, es la mascota de Huenculesis- incremento Eoraptor.

-¡vamos! Te mostraremos el planeta- comento Carolini dirigiéndose a una colina repleta de árboles con “frutas” en forma a huesos, hojas, dinosaurios como treiceraptors, sauropodos, etc.

-Esta es la comida. Hay de distintos sabores, por eso la forma- le advirtió Cartero

Siguieron caminando y llegaron a la fabrica “Dinocápsula” donde sé hacían las cápsulas. Lo “raro” de este edificio era que no contaminaba, salía una especie de humo pero no era como las fabricas del planeta tierra sino que exhalaba oxigeno.

Después se dirigieron a una casa que contenía un cartel que decía: “Dinoconstruccion de Dinohuesos”-acá es donde se construyen los huesos-definió Rex al ver a Rubén con cara de no entender nada.

Ya era de noche cuando llegaron al pueblo. Se sentaron en el patio de la casa de Dino y se pusieron a ver las cinco “lunas” y los 25 planetas sin vida que se veían perfectamente.

Al otro día los dinosaurios se despedían de los visitantes que se iban a su planeta. Los nuevos amigos le regalaron una bolsa llena de Dinocápsulas y una hermosa piedra del planeta. Carolini le regalo un mapa donde estaban los huesos de el, el carnívoro más grande del mundo.

En 1993 Rubén descubrió al Gigantosaurio Carolini en las cercanías del Chocón.

Fin



Dos cosas:

Primero...me doy cuenta que SIEMPRE tuve (y tengo) la capacidad de CREAR seres imaginarios TAN o mas reales que cierta gente que esta/estuvo.

Y segundo…SIEMPRE, siempre, esquivando a la realidad, soñando un mundo mejor…


Te tengo, TAN presente, mi pequeña gran amiga!!

2 comentarios:

Yo dijo...

Me encanto!

Matías Mugione dijo...

Lindo detalle que el verdadero Giganotosaurus Carolini haya sido descubierto por un tal Rubén Carolini :) Me encantó la historia, me encantan las historias fantásticas que encajan dentro de un mundo real, esas historias que buscan una explicación alternativa a las cosas que vemos o sabemos.

Un beso :)