jueves, 23 de abril de 2009

Dia del libro

(...) Me pregunto bruscamente, sin preámbulos, como fruto de un problema meditado largo tiempo en silencio:
-Si un cordero como arbustos ¿también come las flores?
-Un cordero come todo lo que encuentra
-¿Aún las flores que tienen espinas?
-Si. Aún las flores que tienen espinas.
-Entonces ¿para qué sirven las espinas?
Yo no lo sabía. En ese momento estaba muy ocupado (...) y respondí cualquier cosa:
-Las espinas no sirven para nada, son pura maldad de las flores.
-¡No te creo! las flores son débiles. Son ingenuas. Se defienden como pueden (...)
No respondí nada.El principito volvió a interrumpir mis reflexiones
-¿Y tú, tú crées que las flores...?
-¡Pero no! ¡No! ¡Yo no creo en nada! ¡Me ocupo de cosas serias!
Me miró estuperfacto
-¡Hablas como las personas mayores!
Eso me dió un poco de vergüenza. Pero despiadado, agregó
:-¡Tú confundes todo...menzclas todo!. Conozco un planeta donde vive un Señor carmesí. Nunca respiró una flor. Nunca miró una estrella. Jamás amo a nadie. Nunca hizo mas que sumas. Y todo el dia repite como tú: "¡Soy un hombre serio! ¡Soy un hombre serio!" Pero no es un hombre, ¡es un hongo!Hace millones de año las flores fabrican espinas. Hace millones de años que los corderos comen, igual, las flores. ¿Y no es serio intentar comprender para qué se esfuerzan tanto en fabricar espinas que nunca sirven para nada? ¿No es acaso más serio y más importante que las sumas de un Señor gordo y rojo? ¿Y no es importante que yo conozca una flor única en el mundo, y que un corderito puede aniquilar de un solo golpe, así nomás, sin darse cuenta que lo hace? y esto...¿No es importante?

No hay comentarios: